¿Quién no se ha dado un muy buen trancazo en la vida?
Desde muy chicos estamos expuestos a un riesgo físico, siempre medible, pero también impredecible, de tener accidentes de todas las gravedades, tamaño y complejidades. Para muestra, comentar que fui lanzado junto con mi bici por todos los aires unos 5 metros, a los 8 años en Torreón, Coahuila, época en la que también me caí por un tragaluz de la cochera de mi casa en la calle Londres y poco después me llevé media encía en un columpio mecedora. La infancia lagunera era de cortaduras y trancazos. Nos cortamos con vidrios, cuchillos, navajas y fileros. Fuimos golpeados por terrones, boligomas, piedras y pelotas. Si no te estabas dando en la madre, no estabas viviendo.
En esta sección vamos a hablar de las situaciones de urgencia (trancazos o accidentes), en donde no hay un riesgo de vida pero sí es necesaria una atención médica inmediata y adecuada. En este caso, Vida Uno, al ser el primer contacto, permite realizar una valoración adecuada de la situación y realizar la atención médica de una forma práctica y eficiente, siempre profesional, y cuidando de la salud de nuestros clientes.